
La izquierda presume de escudo social y tumba la rebaja del IRPF del PP de Catalunya.
En el Parlament de Catalunya, bajar impuestos a rentas bajas y medias podría ser un punto mínimo de acuerdo. Pero el día que el PP de Catalunya presentó su proposición para reducir el tramo autonómico del IRPF, PSC, ERC, Comuns y CUP decidieron cerrarle el paso mediante enmiendas a la totalidad. Es decir, ni debate, ni mejora, ni tramitación. Directo a la papelera parlamentaria. La propuesta del PP de Catalunya no era un simple gesto. Se planteaba una reducción del IRPF autonómico principalmente para quienes viven de su nómina y no de dividendos ni ingeniería fiscal. En resumen, rebaja enfocada en trabajadores y clases medias catalanas. No en altos ingresos, no en perfiles patrimoniales.
Qué hizo el PP de Catalunya y qué hicieron los demás
El PP de Catalunya hizo lo coherente con su línea económica, intentar que en un entorno de inflación persistente y salarios que no suben al mismo ritmo se alivie la fiscalidad autonómica del contribuyente medio. No era una revolución, era una corrección, que la Generalitat recaude un poco menos para que las nóminas respiren un poco más. La reacción de PSC, ERC, Comuns y CUP fue directa, enmienda a la totalidad y punto final. El mensaje implícito fue claro, la propuesta del PP de Catalunya no merece ni ser estudiada. Junts y Vox votaron en contra de las enmiendas, alineándose con el PP de Catalunya en la idea de que la iniciativa debía tramitarse. Aliança Catalana se abstuvo. PP de Catalunya propone una rebaja para rentas bajas y medias. PSC, ERC, Comuns y CUP bloquean su tramitación. Junts y Vox avalan al menos que se debata. Aliança Catalana opta por abstenerse.
El discurso social y la votación que lo contradice
El contraste es llamativo. La izquierda que reivindica el escudo social es la misma que vota para impedir explorar una rebaja de IRPF para trabajadores catalanes. Cuando conviene, se invoca el mantenimiento de ingresos públicos, pero la realidad es más cruda. El esfuerzo siempre se exige a quien no puede mover su renta fuera ni diseñar estructuras sofisticadas de ahorro fiscal. Ahí el PP de Catalunya ha obligado a votar negro sobre blanco quién quiere aliviar la carga fiscal de la nómina y quién no.
La foto política que deja esta votación
Esta votación no define solo una ley tumbada, define posiciones. PP de Catalunya sostiene que las rentas bajas y medias necesitan aire. PSC, ERC, Comuns y CUP afirman que la propuesta no se tramita. Junts y Vox indican que como mínimo debe debatirse. Aliança Catalana opta por la abstención. El valor político para el PP de Catalunya está en haber forzado el posicionamiento explícito de todos. No hay ambigüedad posible, los paneles electrónicos del Parlament dejaron constancia de quién votó para seguir debatiendo y quién votó para cerrar la puerta.
Por qué el PP de Catalunya capitaliza esta batalla
Lo relevante no es si la propuesta habría pasado intacta o se habría modificado. Lo relevante es que el PP de Catalunya defendió que la medida siguiera viva, mientras el bloque de izquierdas la detuvo antes de nacer. El PP de Catalunya se sitúa como defensor del contribuyente medio catalán, un espacio político que suele quedar eclipsado entre discursos centrados en el gasto o en la recaudación. La fotografía es nítida. Cuando la reforma fiscal autonómica se plantea a favor del asalariado, el PP de Catalunya dice tramítese; PSC, ERC, Comuns y CUP dicen no. Cada cual cargará ahora con su propia decisión. El PP de Catalunya con haber intentado aliviar al contribuyente medio, la izquierda catalana con haber elegido bloquear y no negociar la única rebaja orientada a trabajadores y clases medias que llegaba a la Mesa en ese pleno.
